CONSEJOS GENERALES para la FAMILIA
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Reforzar la confianza del niñ@.
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Saber escuchar con atención y dar el modelo correcto de forma natural, sin decir “así no se dice”, “lo has dicho mal”…
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Hablar abiertamente y de forma natural del problema en familia, no debemos convertirlo en tema tabú.
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Interacciones comunicativas más ricas y claras en vocabulario.
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Convertir las interacciones comunicativas (afectivas) en momentos agradables, dedicándole todos los días un rato.
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Utilizar recursos a nuestro alcance como muñecos, marionetas, etc para interaccionar con el niñ@ y enriquecer y favorecer las producciones de sus enunciados, así como la comprensión de los mismos.
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Realizar listas de cosas cotidianas, como por ejemplo la compra, comida, enumerar las cosas que se han hecho durante el dia, etc.
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Hacer juegos de memoria, preguntando por lo que hizo “ayer”, “hace dos días”, etc.
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Pedirle que nos mire a los ojos cuando nos dirigimos a él/ella y cuando nos habla. (fijar la atención).
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Formular preguntas después de leer un cuento, texto…
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Reducir la velocidad al hablar, empleando un ritmo lento y relajado.
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Formular preguntas, valorar lo que dice y no cómo lo dice, hay que hacer que el nin@ hable de manera espontánea ampliando de manera progresiva el vocabulario y progresivamente corregir sus errores mostrándole el modelo correcto.
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No preocuparse excesivamente por sus errores, ni presionar para que pronuncie mejor.
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Respetar los turnos de habla.
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Nunca desarrollar sentimientos de pena hacia el problema.
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Evitar la sobreprotección familiar.
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Siempre animar y motivar a que tenga experiencias fluidas en actividades como: leer en voz alta, cantar, expresarse en público …